¿Qué sueles mirar cuando te
quedas a solas en una casa que no es la tuya mientras te traen una bebida? Las
fotos, los cuadros y… la estantería con libros.
En el fondo, esto es lo que hacemos aquí, darle un vistazo a los libros
de otros, sobre todo si son los libros de alguien al que le gusta leer. Esa
colección que vas reuniendo con el tiempo, está tan llena de aciertos como de
errores, pero te retrata a la perfección, es reflejo de lo que eres, de lo que
piensas, de lo que te fascina.
Hoy os propongo darle una mirada
a la biblioteca personal de Borges.
Por las noches, Borges soñaba con
bibliotecas y dejó por escrito su selección personal conformada por aquellos libros que ayudaron a componer su
genio. La ceguera le impidió disfrutar de su Shangri-La personal cuando fue
nombrado director de la Biblioteca Nacional Argentina:
«Poco a poco fui comprendiendo la
extraña ironía de los hechos. Yo siempre me había imaginado el Paraíso bajo la
especie de una biblioteca. Ahí estaba yo. Era, de algún modo, el centro de
novecientos mil volúmenes en diversos idiomas. Comprobé que apenas podía
descifrar las carátulas y los lomos. Entonces escribí el Poema de los dones»
- Si os apetece asomaros de puntillas, aquí podéis encontrar la lista de obras
- Si os apetece prestarle oído a algunos desde aquí podéis hacerlo
- Si os apetece directamente entrar en ellos podéis iniciar vuestra búsqueda en la biblioteca que más cerca os quede
Nos seguimos leyendo.
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