viernes, 28 de septiembre de 2012

Manías lectoras

 No, no me creo que no tengáis. Todo al que le gusta leer tiene sus pequeñas o grandes manías lectoras.

Empecemos por lo que no se soporta:
  • Doblar las esquinas de las páginas para marcar el punto de lectura.
  • Subrayar, escribir, o mutilar de cualquier manera un libro.
  • Dejarlos tirados por el suelo.
  • La faja de los libros. Esa pequeña tira de papel que suelen colocar los editores sobre la cubierta.
  • ...
Bien es cierto que no he llegado a excomulgar a nadie, pero desde luego si que he sentido ganas de mandar al infierno a más de uno.

 Continuemos con los requisitos para leer:
  • Silencio. Dependiendo del día y del texto, se puede necesitar silencio total o  música de fondo. Nunca está muy claro (al menos en mi caso) cuando es imprescindible uno u otro.
  • Luz. Natural, sin duda. Pero si no queda más remedio una buena luz de lectura que se dirija directamente a las páginas o al e-book sin darte a ti en los ojos.
  • Asiento. No voy a entrar en detalles, pero los que me conocen, saben de sobra la de años que me ha costado dar con un sillón de orejas perfecto (aviso desde ya, los de relax no sirven).
  • Algo para escribir. Escondidas entre las páginas hay mil y una cosas que son el hiperlink a otras o frases que se desean atesorar y que suelen acabar sepultadas para siempre en la hojas de un cuaderno. Un ejercicio de trasvase bastante inútil, lo sé, pero no puedo evitarlo.
  • ....
Y para finalizar los gadgets:

  • Atril. Imprescindible para estudiar y para los libros de cocina. Lo reconozco, soy fan.
  • Punto de lectura. Al empezar cada libro o al prestarlo, siempre hay que tener uno.
  • Taza/copa. Taza-café o taza-chocolate si es invierno o hace frío. Copa-vino si nos ponemos especialmente exquisitos.
  • ...
¿Y las vuestras?

¡Nos seguimos leyendo!

2 comentarios:

  1. Hola. Me encanta leer en la cama un ratito por las noches. Me ayuda a conciliar el sueño
    Besos

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  2. ¡Cuantísima razón tienes Marian! Gracias por tu aporte. Lo reconozco, ha sido un olvido imperdonable.
    Besos

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