Agosto-Septiembre. Mansfield Park

A Fanny Price la coloca el destino un día en Mansfield Park y desde allí los días de su infancia y juventud, transcurren sin mucho ruido ni alteraciones, hasta que la llegada de dos extraños revoluciona un orden social, familiar y de roles firmemente asentado. El glamour de la city, trastoca por completo las vidas de todos los que habitan en Mansfield Park. 

Uno de los rasgos que caracterizan a Jane Austen y a todas sus novelas es el planteamiento de una trama sencilla argumentalmente, casi banal que transcurre en pequeños universos ingleses, de pequeñas vidas y grandes fortunas en las que todo se magnifica, en las que sus protagonistas, mujeres todas ellas, leen con avidez, escriben sin descanso, opinan, actúan, deciden, critican, fantasean, viven al fin, en un encorsetado mundo que no está hecho para constreñir tanto talento, tanta ansia, tanto fervor por la vida.

Y es que Austen, no desperdicia ni una línea, ni una novela, en recordarnos que las mujeres NECESITAN leer, NECESITAN educarse. Que el mundo en el que les ha tocado vivir se les queda estrecho y pequeño. No hay una sola en la que la ironía no esté presente en cada coma, en cada respuesta ágil, rápida y certera.

Este año se cumplen 200 años de la publicación de esta novela. Para los que les guste ahondar en el asunto les recomiendo que visiten la página de Jane Austen en castellano en la se se analiza detenidamente esta obra.

 Los que deseen conocer algo más a la autora, además de disfrutar con cualquiera de sus obras pueden ver el documental Jane Austen 200 años después.

 Nos seguimos leyendo.