martes, 14 de abril de 2015

Abril. Los desorientados


El autor: 
Amin Maalouf, nació en Beirut en 1949, de donde se exilió a Paris, cuando estalló la guerra en Líbano en 1975. Autor conocido fundamentalmente por su novela histórica “León el Africano”, pone de relieve la confrontación entre oriente-occidente y la necesidad de tender puentes entre ambas culturas.  Es éste un tema recurrente en la mayor parte de su bibliografía y también en ésta su última novela.  Premio Príncipe de Asturias, Premio Goncourt  y miembro de la Academia Francesa, es un referente de la literatura actual, aplaudido por la crítica y el público.






La novela:
Adam, profesor de historia exiliado en París,  regresa  a su país natal  tras 24 años de haberlo abandonado a causa de la guerra. El motivo del regreso es la llamada de la esposa de un antiguo amigo que está a punto de morir.  El viaje a sus orígenes y el nuevo contacto con sus amigos, sirve de arranque para reflexionar sobre el amor, la memoria, la amistad, la identidad, el exilio, la revolución, el choque cultural… son muchos temas pero todos ellos son abordados por el autor con una profundidad de pensamiento admirable por la sencillez en que queda expuesto por cada uno de los personajes.

La novela está narrada a dos voces, con una calidad y elegancia que llega a lo más hondo del lector por sus múltiples matices y sentimientos.

En definitiva, es una mirada agridulce sobre la vida y su fragilidad pero siempre intentando sobreponerse,  como él mismo comentó en una entrevista para El País en octubre de 2012, hablando de ésta su última novela: “muchos compartimos el sentimiento de que no hay luz al final del túnel, pero la hay, aunque no la veamos. Ahora bien, ¿es posible que tengamos que vivir años de locura y de violencia antes de llegar a la sabiduría? Es posible. Hizo falta el horror de los años treinta y la II Guerra Mundial para que Europa dijera ‘basta’. Puede que el destino de la humanidad sea tener que estrellarse contra el muro para sentir así su dureza y buscar otra salida”.


Mercedes Santos